Como parte de las actividades del día internacional de la mujer, Bridges Unite y Vital Voices en Miami unieron fuerzas para participar en la caminata Global de Mentoría. La caminata se llevó a cabo en 60 países en todo el mundo, llegaban noticias, fotos y videos de otros países como Argentina, México y Costa Rica. Era mi primera vez, no sabía qué esperar, pero tenía mucha emoción de poder participar, de poder establecer lazos entre mujeres, aprender y compartir con mis amigas de tribu.
El proyecto de Vital Voices fue creado en 1997 por Hillary Clinton y la Secretaria de Estado Madeleine Albright. Fue traído a Miami por una mujer espectacular, que inició y desarrolló el capítulo en Argentina. María Gabriela Hosch o Tissy, como todas sus amigas cercanas le decimos, es una mujer empoderada que se dedica a empoderar a otras mujeres con temas holísticos, espirituales y de formación. Cree en todos los proyectos que involucren a una mujer, los habilita, los apoya y así ha creado una nutrida red de mujeres.
La mañana comenzó con una clase de yoga. Cuando colocamos los tapetes de yoga sobre el pasto verde que daba al agua solo se escuchaban los pájaros cantando. La energía de la naturaleza era vibrante mientras comenzaban a llegar las mujeres, unidas por un mismo fin, la mentoría.
Cuando pensamos en una actividad como la mentoría, tienen que considerarse conceptos como comunidad, coaching, camaradería, unidad, crecimiento, tribu; son elementos que tenemos que traer a juego para poder explicar un poco más del sentimiento desarrollado ese sábado por la mañana.
Al comenzar el registro, me pude dar cuenta de inmediato que sería un evento con muchos elementos diversos traídos al juego. Éramos muchas mujeres, todas de diferentes edades, religiones, países, idiomas, procedencias, pero todas con una sonrisa en la cara. Antes de comenzar la actividad pude conversar con algunas, muchas de primera vez. Todas teníamos muchas ganas de aprender, de compartir, de enseñar; de que la aventura comience.
Una cosa tengo muy clara, la energía que las mujeres generamos es única, no hemos logrado dimensionar la capacidad que tenemos para cambiar las cosas, para hacer que todo funcione y crezca, la intensidad de amor que podemos dar y recibir es un recurso que jamás se acabará. Es esa energía que disfruto y con la que vibro en alto cuando comparto con mujeres, mujeres que me inspiran, que me empoderan.
Me llenó de emoción ver a muchas caras conocidas, mujeres increíbles todas, que he conocido a lo largo del camino en Miami, esa ciudad que nos ha alojado y nos sigue ofreciendo retos y proyectos. Esa ciudad que estamos cambiando, por que lo que no existe lo estamos creando. ¡Que gran momento para vivir en esta cambiante y vibrante ciudad!
Las parejas se formaban de acuerdo al historial de cada una. Un equipo de profesionales y voluntarias, recibió con antelación los perfiles de úna de las mujeres y armó duplas para que caminaran por 60 minutos alrededor del parque Alice Wainwright.
Cuando inicie mi caminata miraba esas duplas y no dejaba de pensar en las increíbles y nutridas conversaciones que se estarían generando, me quería partir en mil pedazos para poder escuchar, compartir y de poderse, grabar para exponer al mundo, esas historias sin contar, esos triunfos y éxitos detrás de cada una de esas mujeres, esos proyectos que han generando miles de recursos y de trabajos, esas ideas que han cambiado al mundo; esos miedos y esa vulnerabilidad que se comparte cuando te sientes en una red de apoyo, esos miedos que te hacen sentir viva y sentir que fallar es parte del proceso, parte de lo que nos convierte en seres sensibles y reales.
La mujer con la que me tocó compartir la experiencia de la caminata fue Sonia, una mujer que ayuda a mujeres y a parejas a través de sus terapias. Es psicóloga y terapeuta, me contó acerca de las diferentes técnicas que sabe y emplea, como se la vive viajando entre Argentina y Miami, todo para seguir formándose. Esta por terminar una certificación más, me pareció fascinante conocer un área para mi tan ajena y desconocida. Su pasión por lo que hace me hizo querer saber mas y mas (mi instinto insaciable de la curiosidad no se hace esperar cuando hay algo que detona su interés, y esta no fue la excepción). Sonia me llevó en un viaje entre técnicas y doctores, entre física y medicina. Yo la lleve en un viaje de leyes y gobiernos, entre proyectos realizados y sin realizar, entre risas y montones de energía. Algún día ella escribirá su experiencia y entenderán que lo que aprendimos, entendimos y seguiremos descubriendo es que somos seres llenos de creatividad, de entendimiento, de comunidad, de trabajo, de compromiso y responsabilidad.
Este año, el día Internacional de la mujer, lo percibí y recibí diferente, desde una perspectiva más de trabajo, de sueños por seguir cumpliendo y muchos más que se que tienen que empezar, porque hay muchas mujeres lidiando y buscando un mundo igual que yo busco y ansío poder vivir.
Este año me he rodeado de mujeres increíbles, las más jóvenes me comparten ese espíritu vibrante, soñador, lleno de Apps. y nuevas tecnologías, me obligan a tener mis redes sociales al día, no es fácil, pero no las he defraudado.
Las más emprendedoras me ensenan que se puede, que el camino está lleno de obstáculos, pero que también para eso estamos, para ayudar a que todo se pueda.
Las más positivas, me enseñan que debo seguir confiando, que debo seguir creyendo que cuando uno cae, se levanta y se levanta con más fuerza.
Las más líderes, me enseñan por donde queremos llevar nuestra fuerza, nuestro liderazgo, donde poner la energía para que sucedan las cosas. Cómo rodearse siempre del mejor equipo motivar y generar más líderes.
Las de más edad, a las que admiro profundamente, las escucho, las observo, observo cómo se expresan, como se dirigen, como hablan del camino recorrido, como proponen nuevas acciones desde su perspectiva del aprendizaje.
Las más calladas, de ellas aprendo a observar, a entender y a expresar con los silencios.
Solo así, tratando de adquirir todo lo bueno de cada una, me quedo para seguir aprendiendo, para seguir enseñando y creando todo lo que no existe y que si, creo mucho en esta energía femenina, en estas mujeres que me ha tocado compartir el viaje y que una a otra nos apoyamos para seguir construyendo este mundo que dejaremos.
Porque eso somos, somos un poco y un mucho de la mujer positiva, de la líder, de la joven, de la emprendedora, de la de más edad, de la callada. Eso nos hace únicas.
Sobre la autora:
Nacida en Ciudad de México, Erika es una persona creativa y empática que busca empoderar a través de la energía femenina. Como comunicadora, tiene amplia experiencia en asuntos públicos y gubernamentales. Ama a los perros y al yoga, y se considera una experta en el arte de networking.
Siguela en Instagram: @erika.amar